Para garantizar que sus productos y servicios son de la máxima calidad, muchas organizaciones recurren a metodologías avanzadas de gestión de la calidad como FRACAS o Sistema de Notificación de Fallos, Análisis y Acciones Correctivas (del inglés Failure Reporting, Analysis and Corrective Action System).

Al identificar y resolver sistemáticamente los posibles fallos, las organizaciones pueden mejorar la calidad y fiabilidad de sus productos y servicios, reducir los costes asociados a la repetición de trabajos y las reclamaciones de garantía, y mejorar la satisfacción del cliente.

Para apoyar la metodología FRACAS, muchas empresas están recurriendo a plataformas inteligentes de mantenimiento (PIM). Las PIM ayudan a las organizaciones a gestionar sus operaciones de mantenimiento y reparación, desde la programación de tareas de mantenimiento preventivo hasta el seguimiento del downtime de los equipos y el historial de reparaciones.

En este artículo, analizaremos cómo utilizar una PIM para apoyar la metodología FRACAS y cómo esta potente combinación puede ayudar a las organizaciones a alcanzar sus objetivos de calidad.

Implementa un programa de mantenimiento preventivo

Uno de los componentes clave de la metodología FRACAS es la identificación de fallos potenciales antes de que se produzcan. Al implementar un programa de mantenimiento preventivo en una PIM, las empresas pueden realizar un mantenimiento proactivo de sus equipos y reducir la probabilidad de que se produzcan fallos. Con una PIM, puedes programar las tareas de mantenimiento basándote en las recomendaciones del fabricante o en tu propia experiencia, y hacer un seguimiento de la realización de dichas tareas. Esto te ayuda a identificar cualquier tendencia o patrón que pueda indicar fallos potenciales, de modo que puedas tomar medidas correctivas antes de que se produzcan.

Por ejemplo, si tienes un equipo propenso al sobrecalentamiento, puedes programar tareas de mantenimiento periódicas para limpiar las aletas de refrigeración, comprobar los niveles de refrigerante y sustituir cualquier componente desgastado o dañado. Si realizas estas tareas de forma proactiva, evitarás que el equipo se sobrecaliente y pueda provocar un fallo. Esto reduce la probabilidad de downtime no planificado, mejora la fiabilidad del equipo y, en última instancia, permite obtener resultados de mayor calidad.

Registra los datos de los fallos

Cuando se producen fallos, es esencial capturar tantos datos como sea posible para identificar la causa raíz del problema. Las PIM permiten registrar datos detallados de los fallos, como la fecha y hora del fallo, el equipo afectado, la naturaleza del fallo y cualquier otra información relevante. Estos datos pueden utilizarse después para analizar tendencias e identificar modos de fallo comunes, lo que puede servir de base para tomar medidas correctivas.

Por ejemplo, si tienes un equipo que ha fallado varias veces debido a un componente específico, puedes utilizar los datos registrados en una PIM para identificar la frecuencia y gravedad de los fallos. Estos datos pueden utilizarse después para priorizar las acciones correctivas y centrarse en la causa raíz del problema. Al abordar la causa raíz, puedes evitar que se produzcan fallos similares en el futuro, mejorar la fiabilidad de los equipos y, en última instancia, mejorar la calidad de tus activos y servicios.

Analiza los datos de averías

Una vez que hayas registrado los datos de fallos en tu PIM, puedes utilizar la plataforma para analizar esos datos e identificar patrones o tendencias. Una PIM como Infraspeak proporciona una serie de indicadores e informes relacionados con el mantenimiento correctivo y preventivo, el historial de los activos, las mediciones, la actividad de los edificios, etc. Con esta información, puedes priorizar tus acciones correctivas y centrarte en abordar primero los problemas más críticos.

Por ejemplo, una PIM te dará acceso a métricas cruciales como el tiempo medio entre fallos (MTBF) y el tiempo medio de reparación (MTTR) y te ayudará a afinar estos datos de activos comparándolos con otros equipos o ubicaciones del mismo tipo, órdenes de trabajo de distintas prioridades y las áreas de órdenes de trabajo más frecuentes. Esta información puede utilizarse para priorizar las acciones correctivas. Al priorizar tus acciones correctivas basándote en el análisis de datos, puedes mejorar la eficacia de tu metodología FRACAS.

Planifica acciones correctivas

Cuando se detecta un fallo o un problema, es esencial desarrollar un plan para abordar la causa raíz del problema. Las PIM pueden ayudarte a planificar acciones correctivas al permitir a los usuarios asignar tareas, realizar un seguimiento del progreso y establecer plazos. Con una PIM, puedes crear un plan de acciones correctivas, asignar tareas a personas o equipos específicos y establecer plazos para su finalización. Esto ayuda a garantizar que las acciones correctivas se toman con prontitud y eficacia, reduciendo las posibilidades de que se produzcan fallos similares en el futuro.

Sigue las acciones correctivas

Una vez aplicadas las medidas correctivas, es esencial hacer un seguimiento de su eficacia y asegurarse de que abordan la causa raíz del problema. Una PIM puede ayudar a tus equipos de mantenimiento a realizar un seguimiento de las acciones correctivas permitiendo a los usuarios registrar los resultados de dichas acciones, monitorizar el rendimiento del equipo y actualizar el programa de mantenimiento preventivo según sea necesario.

La PIM es, sin duda, una herramienta eficaz para apoyar la metodología FRACAS. Mediante la implementación de programas de mantenimiento preventivo, el registro de datos sobre fallos, el análisis de esos datos y la planificación y el seguimiento de las acciones correctivas, las empresas pueden reducir la frecuencia y la gravedad de los fallos y garantizar el cumplimiento de los SLA. Tanto si se trata de una pequeña como de una gran empresa, el uso de una PIM para respaldar la metodología FRACAS puede ayudarte a seguir siendo competitivo en la industria actual que evoluciona con rapidez.

Con una PIM, las acciones mencionadas pueden mejorarse mediante el uso de varias integraciones, como las plataformas Analytics, PowerBI y BMS, por ejemplo. Por lo tanto, la metodología FRACAS es totalmente compatible con el uso de una plataforma inteligente de mantenimiento para realizar un seguimiento de tus operaciones.