El éxito de un hotel, al final, depende de que todo esté en orden para ofrecer la mejor experiencia posible a sus clientes. Esto incluye asegurarse de que todas las instalaciones sean de calidad y estén en perfectas condiciones, al tiempo que se realizan tareas de mantenimiento para garantizar que todo funcione correctamente entre bastidores.
A continuación enumeramos algunos consejos sobre la mejor manera de ejecutar las tareas de mantenimiento de un hotel.
1. Seguir los activos
Los técnicos deben conocer todos los activos existentes y su ubicación para garantizar un programa de mantenimiento eficaz. También necesitan poder acceder fácil y rápidamente a información detallada sobre los equipos, desde la fecha de instalación hasta la fecha de la última reparación o sustitución. Algunas soluciones de software de mantenimiento utilizan etiquetas NFC que permiten al equipo identificar, recopilar y registrar información sobre todos los activos. Las etiquetas NFC también permiten a los usuarios generar informes detallados, mantener actualizados los datos relacionados con la compra, la seguridad y comprobar el cumplimiento, todo ello a través de una única aplicación móvil.
2. Optimizar la notificación de averías
En cuanto se detecta una avería, es esencial notificarla y resolverla rápidamente. Además del equipo de mantenimiento, el resto del personal debe estar entrenado para registrar cualquier avería que se detecte en el hotel.
Por ejemplo, imaginemos un caso en el que un cliente menciona un problema a recepción. Utilizando un software de gestión de mantenimiento como Infraspeak, los técnicos pueden informar instantáneamente de las averías a través de la aplicación móvil leyendo las etiquetas NFC asociadas al problema notificado y relacionando el tipo de avería con el equipo o la ubicación. A través de la app Infraspeak Direct™, todo el personal de mantenimiento y los clientes pueden registrar rápidamente una avería tanto en la web como en la versión móvil de la plataforma.
3. Mejorar el tiempo de respuesta
Una vez detectado y comunicado un fallo, hay que resolverlo lo antes posible para minimizar el periodo de inactividad del activo. Para garantizar que no se produzcan retrasos en la resolución de estos problemas, los técnicos deben conocer sus tareas pendientes y saber qué tareas se han identificado como de alta prioridad. Además, es importante mantener un buen stock de material para que no haya largas esperas en la entrega de mercancías.
4. Invertir en mantenimiento preventivo
El mantenimiento preventivo está pensado para que todos los equipos funcionen en óptimas condiciones durante mucho más tiempo y tengan un mejor rendimiento. El objetivo principal es programar un seguimiento periódico de los equipos para realizar mediciones detalladas, que garanticen la plenitud de las operaciones. De nuevo, el uso de etiquetas NFC puede ser útil para seguir los activos y planificar el mantenimiento de forma eficiente.
5. Invertir en formación
Para que el equipo de mantenimiento del hotel se asegure de que todas las tareas se realizan de la mejor manera posible, es esencial invertir en formación personal y profesional para tus trabajadores. Además de las horas de formación estándar predefinidas, es importante invertir en cursos o formación especializada que aborden temas de actualidad y relacionados con el sector.
Algunos ejemplos en la industria hotelera incluyen sostenibilidad medioambiental, legislación turística y hotelera, organización y gestión del mantenimiento, aire acondicionado y refrigeración, gestión del mantenimiento de edificios, entre otros. La educación/formación del personal es esencial para optimizar las respuestas a las demandas de los clientes y del mercado.

6. Aprovechar la tecnología
Abrazar la tecnología y utilizarla a tu favor es una forma estupenda de aumentar la eficiencia de las operaciones y de ayudarte a mejorar las tareas de mantenimiento del hotel. Con el apoyo de una solución de software de gestión de mantenimiento es posible mejorar la comunicación (entre técnicos, personal, gestores y clientes), programar y planificar las tareas, optimizar las existencias, mejorar la fiabilidad de tus decisiones y aumentar la productividad.