Suena como un cliché (y lo es), pero la palabra clave del siglo es «velocidad». Todo pasa rápido, se extiende rápido, cambia rápido, crece rápido, muere rápido. Vivimos en una sociedad asombrosamente dinámica, inestable y evolutiva.
En un parpadeo o un par de clics, todo puede cambiar. ¡Y tal vez el cambio en curso no tenga nada que ver con lo que está cambiando! Adaptarse a esta realidad será cada vez más una cuestión de supervivencia.
Tal como un «dínamo», la sociedad actual genera una “energía” increíble. Ya no vemos ni sentimos el paso del tiempo. Los días, meses y años pasan con una velocidad increíble.
El mayor error que podemos cometer es esperar a ver qué pasa.
Los cambios necesarios para un Mantenimiento Centrado en el Negocio
Pero si el panorama se caracteriza por cambios extremos, la actitud de las personas y de las organizaciones también debería ser la de adoptar una actitud de cambio constante. La adaptación a esta realidad dinámica, a la inestabilidad y a la evolución es fundamental para el éxito de cualquier profesional u organización.
La inestabilidad proviene de tres factores: la tecnología, la globalización y la masificación. Juntos, acortan el ciclo de vida de los productos y servicios.
La tecnología ya no camina, ahora va en TGV. La globalización ha cambiado el tablero de la economía mundial y ha puesto en juego las regiones (y las personas) a las que nos referíamos como siendo del «interior», a donde las novedades tardaban en llegar. Estamos accesibles y conectados desde cualquier lugar del planeta. Al mismo tiempo, la masificación ha derrotado a los precios y ha permitido que cada vez más gente esté conectada a través de esta cosa increíble a la que llamamos internet.
Dado este escenario, nada, absolutamente nada, ni nadie puede considerarse fuera de la competitividad global.
Vale, genial, la competitividad es global, pero ¿qué tiene que ver el Mantenimiento con eso? ¡Todo!
Las empresas lanzan nuevos modelos de televisores, impresoras o coches cada 3 meses. ¡Las cookies cambian cada 15 días! En la tienda online de Apple, hay una nueva aplicación cada 30 segundos.
Lo que solía durar años y años ahora puede durar meses o incluso días. Si nosotros cambiamos, el consumidor cambia y las empresas cambian, ¿por qué no cambiaría el Mantenimiento, que forma parte de las empresas, a la misma velocidad?
El Mantenimiento Centrado en el Negocio
Alguien podría decir “¿pero si las instalaciones, la fábrica, el producto, los procesos no han cambiado, ¿por qué debería cambiar el Mantenimiento”?
La respuesta es que el Mantenimiento Centrado en el Negocio está en sintonía con esa inestabilidad y con la tecnología cambiante, consciente de la competencia que viene del otro lado del mundo, de la masificación del acceso a la información, y de que esto ocurre a un ritmo frenético que está fuera de nuestro control.
En lugar de desplegarse en mil tareas día tras día, lo que tiene que hacer diariamente es romper paradigmas, revisar conceptos, probar nuevas prácticas y cuestionar diferentes enfoques para hacer frente a las demandas de un mundo tan competitivo.
Aunque no parezca necesario cambiar, el Mantenimiento – como función corporativa e integrada en los esfuerzos por resistir a la competitividad mundial – debe anticiparse a los hechos, de manera proactiva, en lugar de actuar sólo cuando se le requiera.
Cómo debería ser el Mantenimiento Centrado en el Negocio (MCN)
Sí, hay que abordar cuestiones prosaicas y rutinarias como los controles de mantenimiento, la documentación, los indicadores, las tasas de fallos, la disponibilidad de equipos, la fiabilidad, el mejoramiento continuo, etc. Pero cuando el Mantenimiento se centra realmente en los objetivos de negocio, vamos más allá.
Todas las empresas dignas de ese nombre tienen su Misión, Visión, Metas, Objetivos y Valores bien establecidos. De este modo, todos los trabajadores, proveedores y socios saben qué esperar. El Mantenimiento Centrado en el Negocio (MCN) también debería ser como la empresa.
El MCN alinea y mejora los 12 puntos cruciales de un buen servicio interno:
- Alineación Organizativa
- Eficacia y Fiabilidad
- Costes y Presupuesto
- Planificación y Sistemas de Gestión
- Calidad, Seguridad y Medio Ambiente
- Relaciones Externas e Internas
- Gestión de Personas
- Logística y Proveedores
- Organización Interna (estructuras funcionales, recursos, subcontrataciones)
- Mejora Continua
- Análisis de riesgo
- Cumplimiento
La pregunta, en conclusión, es cuán rápido revisamos y mejoramos continuamente estos doce puntos.
En resumen, el Mantenimiento Centrado en el Negocio no puede ser estático. No hay análisis y puntos finales, sino la constante identificación de cambios, tendencias y la previsión de diferentes escenarios.