Muy pocas cosas, si es que hay alguna, son tan importantes para el cambio y la evolución como una crisis. En 2019, el COVID golpeó con fuerza y salió de la nada, obligando a personas y organizaciones a adaptarse y buscar nuevas soluciones para nuevas tribulaciones.
¿Se ha convertido en una incubadora de una metamorfosis sobre el futuro del trabajo, o simplemente en una evolución que estaba a punto de llegar de todos modos?
¿Es tan diferente el panorama pospandémico?
Sí, lo es.
La pandemia de COVID-19 está remitiendo y, en todo el mundo, las cosas están volviendo a su cauce. Las carreteras vuelven a estar llenas y los sectores del transporte y la hostelería prosperan de nuevo. Podría pensarse que 2023 está listo para continuar donde lo dejó 2019; en la mayoría de los aspectos, así será, pero no en todos.
Antes de la pandemia, el trabajo híbrido o totalmente a distancia existía pero no era la norma. Cuando llegó el COVID y todo el mundo tuvo que quedarse en casa, la mayoría de las empresas tuvieron que adaptarse y trabajar desde casa. Esas circunstancias trajeron consigo un montón de retos, pero también allanaron el camino para una reflexión nunca vista sobre temas como la productividad, el mercado laboral y el entorno de trabajo.
¿Están obsoletos los espacios de oficina después de COVID?
Este fue uno de los temas candentes durante y después de la crisis. Sin embargo, los espacios de oficina están lejos de ser obsoletos.
Un estudio de Harvard Business Review descubrió que menos del 20% de la población encuestada está a favor de trabajos totalmente remotos, y eso después de haber probado lo que significa. Eso no quiere decir que los trabajadores quieran volver a los viejos modelos, ya que el 85% de los empleados quieren que se les dé la opción de adoptar una dinámica de trabajo híbrida, según Culture Shift.
Así que, tranquilos, en el mundo de las instalaciones los cambios no son drásticos. Al fin y al cabo, los edificios y los activos físicos no van a ninguna parte y las instalaciones no sufren virus ni nada por el estilo.
¿Cuáles son los principales retos pospandémicos en el lugar de trabajo?
👉 El lugar de trabajo es mucho más flexible
Para empezar, la movilidad y la fluidez del lugar de trabajo han cambiado mucho en esta década, debido a la crisis sanitaria. Los modelos híbridos de trabajo plantean nuevos problemas: la programación de la presencia de los trabajadores en la oficina y la adopción de nuevos programas informáticos para las comunicaciones asíncronas son solo la punta del iceberg en lo que respecta a los ajustes que hay que hacer ahora que tus empleados no están todos confinados en el mismo espacio, al mismo tiempo.
👉 Centrarse en la salud y el bienestar
La crisis sanitaria provocó un repentino cambio de enfoque hacia lugares de trabajo más sanos. Trabajar desde casa también ha levantado cuestiones en lo que respecta a la comodidad.
Ahora más que nunca, las empresas tienen que intentar proporcionar espacios al aire libre, espacios interiores sanos y servicios como terapeutas o instructores de fitness. Todo ello sin mencionar la necesidad de gestionar mejor el espacio de oficina disponible.
El escrutinio sobre el cumplimiento de las políticas de salud y seguridad y los acuerdos de nivel de servicio es mayor que nunca. Tanto tus instalaciones como la organización en general deben estar al máximo nivel. Si quieres profundizar en este tema, lee nuestro artículo sobre Edificios saludables y el IoT en un contexto pospandémico.
👉 Una creciente necesidad de planes de contingencia
COVID-19 surgió de la nada y, de repente, todo cambió. Muy pocas empresas en el mundo tenían algún tipo de plan de contingencia para una situación así. Todos podemos estar de acuerdo en que eso no volverá a ocurrir: la primera vez te pilló por sorpresa; la segunda vez, te puede sorprender aún pero ahora ya sabes como todo se puede torcer muy rápidamente.
En todo caso, el lugar de trabajo pospandémico se adapta mucho mejor a una rutina siempre cambiante y a la necesidad de prevenir, más que de actuar.
👉 Una mano de obra más exigente
Un informe de McKinsey sobre ejecutivos de alto nivel reveló que el 58% de los trabajadores se sienten satisfechos en un mundo pospandémico y muestran signos de mejora significativa del rendimiento. Por el contrario, sólo el 11% afirma que la productividad ha empeorado.
Hay un sinfín de razones que explican esta mejora del rendimiento, pero una de las más importantes es la capacidad del trabajador para buscar una situación mejor para sí mismo. ¿Confundido?
Piénsalo: COVID trajo los modelos remotos e híbridos y, por tanto, la flexibilidad de trabajar para empresas que se encuentran en la otra punta del país ¡o incluso del mundo! El abanico de opciones es más amplio y grande que nunca, por lo que la mano de obra está más alerta y es más exigente que nunca.
Un artículo de Forbes de 2022 va más allá y apoya la teoría de que el equilibrio de poder se ha desplazado ahora de los empresarios a los empleados.
Entonces, ¿cómo es el lugar de trabajo pospandémico?
El futuro del trabajo son las empresas con un entorno fluido y acelerado. La rotación de personal está en su punto más alto, tanto físicamente, con modelos híbridos de trabajo, como estratégicamente, con periodos más cortos en cada puesto. Las empresas con flexibilidad y capacidad de adaptación saldrán reforzadas frente a la competencia.
Por lo que respecta a la gestión de instalaciones, tanto los trabajadores como los activos ya no están confinados en un único espacio. Con el trabajo a distancia y una mayor movilidad, los empleados y la tecnología están más repartidos. Hay un claro cambio hacia una mayor libertad de trabajo, tecnología e individualidad. El software para organizarlo todo adecuadamente es de vital importancia.
El equilibrio entre un lugar de trabajo muy organizado y ágil es fundamental. Daniel Coleman, psicólogo de alto nivel, afirma que cómo se sienten los empleados en el lugar de trabajo es más importante que nunca en la Historia.
Las empresas del futuro querrán tratar a sus empleados como tratan a sus clientes: con la máxima importancia y apoyo.