En términos sencillos, el índice de cumplimiento de mantenimiento preventivo (PMC) es el porcentaje de mantenimiento preventivo programado y ejecutado dentro de lo esperado con relación al total de las tareas programadas. Pero ya se sabe que en la gestión de mantenimiento nada es tan sencillo así, por eso, hoy vamos a explicar, detalladamente, cómo calcular el PMC, la regla de oro que debe seguir y por qué es tan importante para que todo vaya sobre ruedas en su empresa.

 

Cómo calcular el índice de cumplimiento de mantenimiento preventivo

Solo se necesitan 4 pasos para calcular el PMC. Pero vamos por partes:

1º – Definir un plan de mantenimiento preventivo y una lista de tareas para cada equipo;

2º – Ejecutar el plan durante el tiempo establecido;

3º – Supervisar el número de tareas cumplido dentro del plazo establecido;

4º – Calcular el porcentaje de acciones de mantenimiento cumplidas dentro del plazo establecido.

 

¡Ojo! No basta con saber si las tareas de mantenimiento preventivo se han cumplido todas o no. Es importante saber cuáles fueron efectivamente cumplidas dentro del plazo establecido y cuándo. Debe intentar que todos los trabajos de mantenimiento preventivo se ejecuten antes del tiempo previsto. Esta es la regla de oro de los 10%. Es decir, si tiene que completar una tarea en 100 días, debe intentar hacerlo hasta 10 días antes de lo previsto.

 

¿Por qué hablamos de esta regla de 10% con relación al mantenimiento preventivo?

La regla de oro de los 10% no nos ha surgido de la nada. Sabemos que, incluso con un funcionamiento ideal, “solo 90% del mantenimiento es preventivo. Los restantes 10% son de mantenimiento correctivo”, generado por averías que no podemos prever. Por consiguiente, esta regla de oro garantiza que su equipo tiene margen suficiente para responder a estos fallos inesperados – sin que se comprometa el mantenimiento preventivo de todos los demás equipos.

 

Una razón 80/20 — 80% de mantenimiento preventivo, 20% de mantenimiento correctivo – sigue siendo, en principio, factible. Por lo menos si su MTTR (tiempo medio de reparación) y el MTBF (tiempo medio entre averías) son ambos positivos. Aún así, lo mejor es no arriesgarse: en caso de que no cumpla el plan de mantenimiento preventivo se arriesga a acumular decenas de problemas y a perjudicar de manera irremediable el funcionamiento de la empresa.